





Articulos de: Rosa Martha Jasso
Ascensis
Agobiada por un sol inclemente, la ciudad calcinada crepita bajo el espeso manto de la tarde. Los cuerpos se desplazan con premura. Bajo los pies se eleva un vaho ominoso y maloliente. Urge llegar. Los pasos se detienen de pronto, vadean, continúa...
La travesÃa
Narda extiende las piernas y se apoya suavemente sobre el respaldo de su asiento. Se encuentra sola en el vagón. Algunos subieron con ella en ParÃs pero aunque atiborraron el compartimento, fueron desapareciendo uno a uno apeándose con prisa en diversos continúa...
Reseña de la obra de teatro Novo en el Mictlán
Al interior de un mundo bidimensional se despliega una doble escena en dos planos, uno terrenal y uno mÃtico habitado por dos personajes. Realidad, irrealidad, lo factual y lo infernal arrancado de lo profundo y oscuro de la cosmogonÃa ancestral. continúa...
Para René Avilés Fabila
EL SUEÑO
Abro los ojos y todo está en silencio, no escucho el vocerÃo de los vendedores ni el bullicio del tráfico. Es domingo y todo indica que podré leer los periódicos y bosquejar algunas notas. Cosa rara ya que siempre continúa...
El relojero
Para René Avilés Fabila
El sol es abrasador, las calles se entrecruzan sosteniendo con dificultad los edificios. Son antiguos, porfirianos, una pátina grisácea y arenosa los recubre. Las gentes nos hacemos a un lado al aproximarse continúa...
El festÃn
A René Avilés Fabila
Pasmosa y lentamente, bajo la calurosa tarde, ya avanzada, con una nutrida carga humana, navega por las tranquilas aguas, un soberbio bergantÃn español. continúa...
Una historia de tantas
A la memoria de Alma Delia Fuentes
Los mimos de sus padres y la camaraderÃa de sus hermanas era lo cotidiano para Alma Delia. Las mañanas doradas tenÃan olor a pan y los caireles desparramados continúa...
La rosa
Para René Avilés Fabila
Las mañanas brillantes son las que más me gustan. Caminar entre la hilera de olmos y respirar el aire lÃmpido y ligero mientras los gorriones continúa...
Immanence
A la memoria de Trisha Brown
De sus hermanos y hermanas Ana era la más hermética. ComÃa con recato sin dejar una sola morona sobre la mesa y no se escuchaba el menor tintineo cuando empleaba los cubiertos. Contraria a sus hermanos, continúa...
La duda
Para René Avilés Fabila
Con un sobresalto abrió los ojos. Era de dÃa, la luz traspasaba las persianas dibujando rayos simétricos en el piso. La mañana fresca ayudó a disminuir el sofoco y secar la frente perlada de sudor continúa...
La trampa
Sin saber cómo, los últimos rayos dorados se funden con una sombra oscura. Cae sobre las copas de los árboles ahogándolos en medio de un viento silbante. Los pájaros se han silenciado y solo reverberan las hojas en el patio. Es el caserón continúa...
Transmutación
A René Avilés Fabila y a
Todas las vÃctimas del martes 19 de septiembre
La vida hasta hace poco fluÃa lenta y suavemente bajo la presencia omnipotente de los volcanes. La mañana lÃmpida descorrÃa el telón de bruma continúa...
Una grieta en el corazón
Para René Avilés Fabila
La tarde es pasmosa y el humo del cigarro deja ver apenas los zapatos sin lustrar avanzando sobre el pavimento. Un sol mercurial se refleja sobre las ventanas que pasan una a una, mostrando su asimetrÃa continúa...