Monumento a doscientos años de corrupción
Merced al buen periodismo que el joven genio de Televisa ejerce, Carlos Loret de Mola, digno miembro de la dinastÃa de hombres comprometidos con la polÃtica, la cultura y el buen escribir, se ha destapado, ha salido a la luz, un escándalo que habÃan venido solapando, escondiendo tras las bambalinas del poder mal entendido y mal usado por varias instituciones del gobierno actual de don Felipe Calderón, entidades federales como la Secretaria de Educación, la de Turismo y su adlátere Fonatur, asà como la de la Función Pública, responsables participantes en un fraude que al decir de quienes se han visto involucrados en él, se contabiliza en miles, sÃ, miles de millones de pesos, supuestamente empleados en las obras conmemorativas del segundo centenario de la Independencia del paÃs.
Fraude a la nación, al pueblo una vez más engañado por funcionarios golosos de bienes materiales, de riqueza obtenida por medios ilÃcitos, a como dé lugar sin importar que ésta provenga de algo tan puro como los doscientos años de vida independiente de la patria. No, para estos malos funcionarios, no dignos de ser mexicanos, ahà estaba la jugosa oportunidad de llenarse aun más los bolsillos, armando para ello un tinglado que les permitiese hacer uso de esos recursos billonarios a su antojo, avalado por la propia SecretarÃa de la Función Pública, la mismÃsima encargada de velar por el buen y correcto funcionamiento del gasto de la actual administración panista.
Llama particularmente la atención el fraude en la pomposamente llamada, Estela de Luz, mega monumento que presidirá la entrada principal al Bosque de Chapultepec, que no se terminó para la fecha conmemorativa y que hoy en dÃa no se sabe cuando se llevará a cabo. Los pretextos y disculpas son frágiles, no tienen sustento real, los organizadores responsables se contradicen, arguyendo, entre otras cosas, modificaciones en la profundidad de la cimentación, cambio de materiales, como motivos principales del atraso, pero en nada involucran a la empresa constructora, GUTSA, contratada para llevar a cabo la magna obra, contratación, de acuerdo a lo dicho en el noticiero que dirige Loret de Mola, que se presta a todo género de dudas en torno a su legalidad, ya que la persona nombrada por las autoridades encargada del proyecto, fue ex empleado de GUTSA, quien tranquilamente dio como ganadora a la empresa donde trabajó y ahora de nuevo labora en ella.
Brinca aun más la sospecha de malos manejos y, sobre todo de sobreprotección a GUTSA, ya se imaginará usted el por qué, cuando ésta es contratada para esa mega obra, al tiempo que, agárrese usted, la SecretarÃa de la Función Pública la tenÃa demandada por incumplimiento de trabajos, pero ahà no para la desfachatez de la SecretarÃa de marras, sino que ya autorizado el contrato, se le adelantan a GUTSA doscientos millones de pesos como anticipo de los cuatrocientos del presupuesto original para el mentado monumento y que a la fecha se ha elevado mas allá de los mil millones de pesos, incremento de más del cien por ciento, para lo cual todavÃa no tienen respuesta correcta.
Feo, muy feo en verdad, yo dirÃa que vergonzoso para un paÃs que se ostenta, al decir de sus gobernantes, como patriotero, un pueblo que ama sus tradiciones, su pasado histórico, sus luchas por su libertad, padezca a estos al capones de cuello blanco, a estos pirruris marianos, practicantes a manos llenas de lo que tanto han criticado y continúan haciéndolo para tapar, como los gatos, sus detritus, pero aquà no acaba todo, la cloaca abierta por Loret de Mola, apenas ha comenzado a vertirle a la opinión pública los desmanes cometidos por quienes resulten responsables de tales crÃmenes, no sólo económicos, sino de total irrespeto a la patria.
Ahora bien, qué va a decir quien inaugure, si es que llega ese dÃa, el monumento, cuando se haga esa luz, ahora sÃ, tan cara para México, no puedo imaginar que hable con sonora voz de los logros alcanzados en los más de doscientos años de Independencia, de libertades de expresión, de los derechos a la educación, a la salud, a la seguridad de nuestros hogares, de nuestros hijos y de nosotros mismos, francamente no lo creo, sus palabras sonarÃan huecas, tan huecas como cualquier otro discurso de los que escuchamos a diario, para mà lo lógico, lo real, serÃa aceptar que de dos siglos para acá, lo que ha dominado a quienes nos han gobernado es una fémina de irrechazable poder de atracción, me refiero a Nuestra Señora la Corrupción, cuyos encantos, morbideces y cachonderÃa desbordante, los ha satisfecho con orgasmos imposibles de resistir.
Bien lo expresó aquel destacado polÃtico, la corrupción somos todos.