La seducción
Junto a tu cuerpo pausas, deseos, poema prodigo, muerte en el frÃo. ¿Espejismos? danza, temas, inútil divagación sobre el retorno. Tu cuerpo es tu nombre, y es también noviembre. JardÃn que los dioses frecuentaron, canción para celebrar lo que no muere. Te amo junto al muro ya destruido; amor, amor en primavera.
Quimera de los guantes negros, libélulas, hojas secas. Vuelos en noches de luna donde lo ensoñado es soñado y acata la hermosura. ¿Dime si por fuera estás dormido y por dentro sueñas? Sol que no se alcanza, práctica mortal a su amada madrugada, aún en la vida un halo oscuro te rodeaba, la renovada muerte del pasado remoto. Tu, yo misma.
Y, en la memoria amancebada de la noche, con los ejércitos de la penumbra entristecida vuelven los dÃas amarillos. Viaje sin retorno, mudanza, reflejos en la quietud de los cristales, amor sólo eterno de la alcoba.
Nada se oye, ¿eco? miedo, letargo preso, silbatos, tranvÃas, lugares, cuadro, reloj, ausencias, domingo incoloro.